Ingredientes para 6 personas
1. 1/2 kg de espinacas
300 gr de macarrones
80 gr de mantequilla
60 gr de queso gruyere o
parmesano rallado
1 cucharada sopera de
harina
1 cucharada sopera de aceite de oliva
1/4 litro de leche fría
Agua y sal
Una pizca de bicarbonato
Preparación
En mi caso he utilizado
espinacas congeladas y he seguido las instrucciones del envase, pero si optamos
por las naturales, haremos lo siguiente:
Se cortan los tallos de
las espinacas dejando solo las hojas. Se lavan muy bien en varias aguas para
que no tengan tierra y se cuecen en una olla grande con sal y con una pizca de
bicarbonato. (Esto es para que no pierdan el color verde).
Cuando el agua con sal
este hirviendo (a borbotones), añadimos las espinacas y con la ayuda de una
espumadera, empujar para queden totalmente sumergidas.
Al romper a hervir otra vez, se las deja unos 10 minutos. Se escurren
bien, presionándolas para que suelte toda el agua. Se pican no muy menudas.
A parte poner a cocer los macarrones en abundante agua con sal y un
chorreón de aceite, cuando empiece a hervir, añadir la pasta y remover, dejar
cocer a fuego medio hasta que esté a nuestro gusto (10 minutos
aproximadamente). Escurrir y refrescar con agua fría (reservar).
Bechamel
En una sartén se ponen unos 25 gr. de mantequilla a derretir con una
cucharada sopera de aceite de oliva. Se añade la cucharada sopera de harina, se
da unas vueltas con las varillas sin que tome color y, poco a poco se le añade
la leche fría y un poco de sal al gusto.
Se deja cocer a fuego lento 5 minutos, sin dejar de remover.
En otra sartén se pone casi toda la mantequilla restante, reservando
solo un poco para gratinar, y se saltean las espinacas.
Se colocan en una fuente de cristal o porcelana resistente al horno, de
forma que cubran todo el fondo.
Los macarrones se revuelven con la mitad del queso rallado y se ponen sobre
las espinacas.
Finalmente se cubre todo con la bechamel. Se espolvorea con el resto del
queso rallado, se ponen unas avellanitas de mantequilla y se mete la fuente al
horno precalentado a 250ºC se deja gratinar unos 15 minutos o hasta que tome un
bonito color dorado.
MARÍA LUISA